Tuve el privilegio de participar en el panel “Empresas poderosas: construyendo un cambio real” dentro del Expansión Mujeres Summit, un espacio que reunió voces, experiencias y realidades distintas, todas con un mismo objetivo: impulsar un cambio real. Compartí esta conversación junto a Araceli Becerril, Directora de Responsabilidad Corporativa en L'Oréal México, y Sol Besprosvan, Manufacturing Head TCS Latam y Country Head TCS Chile.
Nuestra charla puso sobre la mesa un tema urgente: la necesidad de hablar menos de etiquetas y más de talento humano.
Atreverse a liderar
Durante el panel, hablamos de que liderar no solo es cuestión de capacidades técnicas. También es cuestión de atreverse.
De enfrentar los obstáculos que muchas veces vienen de adentro:
- El síndrome del impostor, que nos hace dudar de nuestro propio valor.
- La procrastinación, que posterga nuestras ideas por miedo a fallar.
- El autosabotaje, que nos limita incluso antes de intentar.
- Y los estereotipos de género, que todavía intentan encasillarnos.
Yo también he vivido cada uno de estos desafíos. Pero entendí que no se trata de ignorarlos, sino de aprender a actuar a pesar de ellos.
¿Cómo construir empresas verdaderamente incluyentes?
Desde mi rol como CEO de Grupo UPAX, tengo claro que liderar no es solo alcanzar metas de negocio.
Es tomar decisiones que reflejen valores.
Por eso, en UPAX impulsamos acciones concretas:
- Procesos de selección basados en capacidades reales, no en etiquetas.
- Políticas reales de conciliación entre la vida personal y profesional.
- Espacios de crecimiento para mujeres líderes en todas las áreas.
Equipos diversos que suman talento, miradas distintas y nuevas ideas.
Porque construir empresas incluyentes no solo es lo correcto: es lo más inteligente si queremos organizaciones sostenibles, humanas y competitivas.
¿Qué pasa cuando confiamos en nosotras mismas?
- Las ideas dejan de quedarse en el papel y se convierten en acción.
- Las decisiones se toman con claridad y visión.
- Los equipos crecen con nosotras.
- Y el miedo deja de ser freno y se convierte en impulso.
Durante el Expansión Mujeres Summit, sentí esa energía: mujeres que no están esperando permiso, sino que ya están construyendo desde su talento, su visión y su capacidad real de transformar entornos.
Lo que me dejó esta experiencia
Mi participación en el panel “Empresas poderosas: construyendo un cambio real” me dejó varias certezas:
Que el cambio no llega pidiendo permiso.
Que no necesitamos validaciones externas cuando sabemos de qué estamos hechas.
Que liderar no es ocupar un espacio, es usarlo para abrir camino a otros.
Y que las verdaderas transformaciones empiezan en lo cotidiano, en las decisiones que tomamos cada día.
Me recordó también que innovar no siempre es inventar algo nuevo:
Es atreverse a hacer las cosas de forma distinta cuando ya no funcionan.
Es no quedarse en la intención, sino moverse a la acción.
Hoy más que nunca sé que el futuro es para quienes se atreven.
Que las oportunidades no se esperan: se construyen.
¿Te sumas?
Si esta reflexión resonó contigo, te invito a seguirme en Instagram.
Ahí comparto ideas reales sobre liderazgo, mujeres líderes, innovación, autoconfianza y cómo construir organizaciones que de verdad marquen la diferencia.
Seamos parte de una generación que ya no se detiene.