El otro día me encontré con WeCollab, una app que conecta a marcas con creadores de contenido. La abrí con cero expectativas, pero ya saben cómo soy: me quedé pensando. No en la app (que funciona, ok), sino en lo que representa.
El marketing ya no es lo que era (y eso no es malo)
Hace unos años, las marcas se peleaban por tener “el mejor comercial” o “la campaña más creativa”. Hoy la conversación está en otro lado: colaborar, conectar y medir.
Plataformas como WeCollab solo confirman algo que ya se siente en el aire:
- Las marcas quieren trabajar con gente real, pero con estructura.
- Los creadores no buscan solo patrocinios, quieren formar parte de algo.
- Y todos estamos buscando orden sin volvernos locos.
No se trata de apps, se trata de señales
WeCollab, como otras herramientas nuevas, es solo un síntoma.
Una muestra de que la industria está dejando atrás el caos disfrazado de creatividad.
Y me parece que la tendencia es clara:
- Cada vez hay menos espacio para improvisar.
- La tecnología no debe estorbar, sino agilizar.
- Lo “cool” no sirve si no se puede medir.
¿Y ahora?
Creo que este es el momento en que todos —marcas, agencias, creadores— nos preguntamos:
¿Estamos colaborando de verdad o solo sumando correos y revisiones?
La transformación del marketing no se trata solo de hacer cosas nuevas.
Se trata de hacerlas mejor, con foco, con propósito… y sí, con ayuda de herramientas que realmente sirvan.