El otro día me encontré con WeCollab, una app que conecta a marcas con creadores de contenido. La abrí con cero expectativas, pero ya saben cómo soy: me quedé pensando. No en la app (que funciona, ok), sino en lo que representa.
Hace unos años, las marcas se peleaban por tener “el mejor comercial” o “la campaña más creativa”. Hoy la conversación está en otro lado: colaborar, conectar y medir.
Plataformas como WeCollab solo confirman algo que ya se siente en el aire:
WeCollab, como otras herramientas nuevas, es solo un síntoma.
Una muestra de que la industria está dejando atrás el caos disfrazado de creatividad.
Y me parece que la tendencia es clara:
Creo que este es el momento en que todos —marcas, agencias, creadores— nos preguntamos:
¿Estamos colaborando de verdad o solo sumando correos y revisiones?
La transformación del marketing no se trata solo de hacer cosas nuevas.
Se trata de hacerlas mejor, con foco, con propósito… y sí, con ayuda de herramientas que realmente sirvan.